Creemos que este artículo es una magnífica contribución al blog porque aporta una importante experiencia profesional y un análisis a fondo del problema de la erosión en cultivos, con el fin de buscar soluciones de compromiso y coste-efectivas para el sector agrícola.
Me llamo Fran Ruiz y soy residente en la Huerta de Beniel – gravemente afectada por las inundaciones -, también soy afectado por la DANA y por lo tanto me es imposible dar mi opinión sólo desde un punto de vista de un ingeniero técnico agrícola, máster en sistemas de calidad y medioambiente en la industria alimentaria, auditor irca en sistemas de gestión de calidad y medioambiente y que ha desarrollado prácticamente toda su vida profesional – desde 2002 – a las buenas prácticas agrícolas. Actualmente soy autónomo y trabajo como auditor freelance para la entidad de certificación NSF en los esquemas GLOBALG.A.P., GRASP, LEAF MARK, SPRING, TESCO, Albert Heijn Y GG Plus.
Escribo este artículo movido por lo ocurrido durante los días 12, 13 y 14 de septiembre de 2019, en los que se han producido lluvias intensas sobre el sur de la provincia de Alicante y en prácticamente toda la Región de Murcia. Los daños más importantes en la Región de Murcia han ocurrido en la Vega Media del Segura y en la comarca del Campo de Cartagena. En esta Región, los efectos han sido inundaciones que por fortuna no han causado daños a vidas humanas, pero si al medioambiente -Mar Menor- y a bienes materiales.
La conservación, la gestión del suelo y por lo tanto las prácticas para evitar la erosión están presentes en casi todos los esquemas de certificación “voluntaria” y marcos normativos como la Ley 1/2018 sobre medidas de protección del Mar Menor, que incluye el Código de Buenas Prácticas Agrícolas De La Región de Murcia.
Las buenas prácticas agrícolas (BPA´s) “consisten en la aplicación del conocimiento disponible a la utilización sostenible de los recursos naturales básicos para la producción, en forma benévola, de productos agrícolas alimentarios y no alimentarios inocuos y saludables, a la vez que se procuran la viabilidad económica y la estabilidad social”. (“Las Buenas Prácticas Agrícolas” FAO, 2004).
A pesar de tener una elevada carga normativa tanto voluntaria como legal, el suelo desde un punto de vista agronómico se suele ver como el medio donde se asienta el cultivo del que obtener el máximo rendimiento. No pretendo señalar con un dedo acusador a personas, instituciones públicas y privadas sobre la falta de cumplimiento de las BPA´s, si bien, quiero comentar algunas situaciones que me he encontrado durante mi vida profesional con relación a este enorme problema, la erosión:
1º) Se complica un tanto cuando el suelo (finca – parcela) es arrendado, porque el inquilino tendrá prioridad por el aprovechamiento del suelo y la rentabilidad del cultivo antes que por preservar el medio ambiente.
El sistema de arrendamiento de fincas corresponde actualmente con la necesidad de producir sin tener en cuenta las rotaciones adecuadas de cultivos porque, simplemente, los mercados o clientes de los agricultores y empresarios agrícolas imponen programas de producción que implican el abandono de una finca/parcela para el traslado a otro lugar en el que la calidad del suelo es más adecuada para seguir produciendo. Dicho de otra forma, la adquisición de terreno por parte del empresario agrícola es un problema en la Comarca del Campo de Cartagena, según mi opinión, porque la intensidad de la producción conduce a no poder hacer rotaciones de cultivos adecuadas. No hacer laboreo de conservación, olvidar el cuidado de los lindes, caminos, u otros elementos de las fincas que influyen en la adecuada gestión del suelo para evitar la erosión es, por tanto, en parte consecuencia del sistema de arrendamiento.
2º) Al hilo de los sistemas de arrendamiento y a la llegada e instalación de un nuevo inquilino a los terrenos de cultivo, lo primero que se hace es diseñar y colocar el sistema de riego. El diseño agronómico de la red de riego será aquel que con menor energía e inversión de instalación alcance uniformidad en el reparto de agua y pueda cubrir las necesidades hídricas de la plantación. Es justo decir que no todos los inquilinos disponen la red de tuberías en perpendicular a la curva de nivel y que algunos propietarios ya realizaron las instalaciones en el sentido equivocado para luego realizar laboreo de conservación y evitar la erosión hacia el Mar Menor.
En la imagen, la flecha roja indica la posición de una electroválvula, al fondo se encuentra el Mar Menor. El sistema de riego está diseñado a favor de la pendiente porque necesita menos energía para poner agua de forma uniforme y en la cantidad necesaria. Pero me gustaría aclarar, que no siempre los laterales a favor de pendiente son la solución que necesita menos energía para la misma uniformidad de emisión, y que el coste de instalación depende también del modelo de gotero y del diámetro de la tubería portagoteros. En el Campo de Cartagena la tendencia es a laterales lo más largos posible para facilitar la mecanización.
Resulta evidente que con la tierra desnuda y con esa disposición de los caballones, el proceso de erosión en un periodo de lluvias abundantes (no tienen por qué ser torrenciales) equivale indirectamente a introducir sedimentos de origen agrícola en el Mar Menor. La calidad química de la escorrentía superficial no es adecuada porque incluye los famosos nitratos, fosfatos y otros elementos químicos de los abonos inorgánicos, orgánicos y productos fitosanitarios – como el de la imagen siguiente – que en algunos casos son altamente tóxicos para los organismos acuáticos.
La imagen inferior es una captura de pantalla de un producto fitosanitario de uso frecuente. Fuente: base de datos del MAPAMA de productos fitosanitarios.
3º) Una situación común a otros lugares distintos del Mar Menor y que tienen una orografía bastante más complicada con plantaciones en lugares con pendientes muy pronunciadas es la siguiente.
Esta captura de pantalla es una ortofoto de la web del SIGPAC. Quiero mostrar como la disposición de los árboles es perpendicular a la curva de nivel a pesar de tener la finca pendiente superior al 5%.
En este lugar, Rambla o Saladar de Tabala, el Código de Buenas Prácticas Agrícolas de la Región de Murcia no es de obligado cumplimiento porque no se encuentra en zona de protección por nitratos, pese a estar protegido el humedal. Las consecuencias de la última DANA sobre las pedanías murcianas de Alquerías y Zeneta y la huerta del municipio de Beniel fueron catastróficas. Como ejemplo, el tarquín o barro procedente de estas laderas llegó hasta 5 Km de distancia (línea tren Murcia – Orihuela). Hoy en día, aún hay zonas con hasta 8 cm de tarquín. He calculado que sólo en la Huerta de Beniel entraron 350.000 m3 de barro procedente de esa rambla. Las inundaciones habrían sido menos dañinas con menos tarquín y, evidentemente, menos agua si el proceso de erosión en los lindes de la rambla de Tabala hubieran sido controlados con las BPA´s.
He estado en muchas fincas con laboreo perpendicular a la curva de nivel y elevada pendiente antes de la DANA de septiembre de 2019, y yo mismo nunca le di la importancia que le corresponde a este problema. En ocasiones y por mera curiosidad he preguntado directamente al personal de las fincas o a los productores por los motivos. Obtengo siempre las mismas dos respuestas; la primera: «Sí llueve mucho y las filas de los árboles están en paralelo a la curva de nivel, el agua se llevará mis árboles», y la segunda: “Es más económico realizar la plantación en ese sentido”. Y yo les hago la siguiente pregunta por mi parte: “¿cómo defiende usted la finca de la erosión?”, y la triste y lamentable respuesta es siempre: “cuidamos los lindes y colocamos estructuras de protección (una fila de bloques que sujeta el endeble cercado de malla de alambre)”. Este es el resultado:
Ilustración: Realización propia
En la imagen el muro de 1 metro de alto con bloques no fue suficiente para frenar el agua con sedimento, porque el proceso de erosión aumenta el peso del agua de la escorrentía superficial. Más aún, los destrozos aumentaron en las fincas aguas abajo.
4º) Una cuestión de la que desconozco estudios está relacionada con el hecho de que en el Campo de Cartagena hay una superficie de cultivo bajo plástico en 2018 de 1.524 Ha, según la estadística agraria regional obtenida de la web de la CARM. Es decir, 1,5 veces el municipio de Beniel dentro del Campo de Cartagena. Está claro que no se trata del “mar de plástico” de El Ejido, sin embargo, 1.524 Ha de plástico suponen una superficie en la que el agua no infiltra y a su vez genera torrentes en la evacuación de los pluviales cuando hay episodios como la DANA, y escorrentía superficial que deriva en ramblas y drenajes cuando las lluvias no son tan intensas. Los invernaderos se concentran entre la zona 1 y 2 de protección según la Ley 1/2018, por lo que creo que debería haber estudios sobre este asunto para poder cuantificar el impacto de los invernaderos en las escorrentías. El artículo 15 de la Ley 1/2018 de medidas urgentes, indica: “Se establecerán estructuras de recogida de aguas de lluvia en invernaderos con cubierta plástica, quedando excluidos de esta obligación los invernaderos que posean una superficie inferior a 0,5 Ha” pero no dice nada más.
Figura superior: Ortofoto Sigpac de concentración de invernaderos en el polígono 7 de Torre Pacheco, junto al “Cabezo Gordo”.
5º) Breve resumen de legislación y esquemas privados de BPA´S (Buenas prácticas agrícolas) y como consideran la erosión:
TABLA DE EVALUACIÓN DE LEGISLACIÓN Y ESQUEMAS PRIVADOS SOBRE LA EROSIÓN
La tabla anterior identifica los requisitos específicos para la prevención de la erosión. En rojo: cuando no hay requisitos, en verde: cuando hay requisitos.
Se han evaluado: la Ley 1/2018, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad ambiental en el entorno del Mar Menor; el Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Región de Murcia; GLOBALG.A.P. V5.2_Feb19; LEAF Marque Standard v15 y SPRING V1.1. El incluir el Código de Buenas Prácticas Agrarias ha sido para comprobar la diferencia con la Ley 1/2018 de protección del Mar Menor en cuanto a la protección de otras zonas sensibles a erosión pero que no tienen obligación de tener medidas o las medidas son diferentes por no estar en el entorno de la comarca del campo de Cartagena, como, por ejemplo, la Rambla de Tabala. Las normas de producción ecológica corresponden a legislación voluntaria para la obtención del certificado y suelen ser el referente para posibles soluciones, cuando se habla de problemas medioambientales en la agricultura.
El esquema privado de BPA´s evaluado se corresponde con el más implementados y certificado en la actualidad por los productores a nivel mundial: GLOBALG.A.P. Además, se ha incluido la norma LEAF Marque, que se autodefine como “un sistema de garantía medioambiental de reconocimiento de productos agrícolas sostenibles” y es, según mi experiencia, el esquema de gestión medioambiental para la producción primaria más completo. Por último, se incluye el nuevo módulo de GLOBALG.A.P., “SPRING”, que tiene el objeto de ser un “programa de gestión sostenible del agua a nivel de finca”.
Las normas de BPA´s han sido evaluadas según los requisitos o puntos de control sobre las tecnologías de prevención de la erosión: laboreo perpendicular a la curva de nivel, rotación adecuada de cultivos, cubiertas vegetales permanentes, setos u otras estructuras de protección en lindes o interiores y, por último, el nivel de control sobre el agricultor. Este último apartado (nivel de control), se refiere a la frecuencia de inspección o auditoría y a las consecuencias de no superar la inspección o auditoria de los puntos referidos a la erosión.
La intención de la tabla anterior es demostrar que una parcela que ha sufrido o va a sufrir escorrentía superficial en el Campo de Cartagena o en cualquier otra zona con riesgo de erosión podrá pasar, sin embargo, las inspecciones de la autoridad competente y obtener todos los certificados de normas privadas con total éxito.
Finalmente, miles de hectáreas certificadas en normas privadas e inspeccionadas, o no, por la autoridad competente en normas de BPA´s, no ha sido suficiente para evitar la entrada de sedimentos en el Mar Menor durante las lluvias de abril de 2019 y la Dana de septiembre de 2019. La siguiente foto muestra el tarquín a 5 Km de distancia en línea recta de la desembocadura de la Rambla de Tabala.
Ilustración: Elaboración propia |
CONCLUSIONES
Los impactos de un proceso de erosión son los siguientes:
- pérdida de la fertilidad de los suelos
- pérdida de recursos hídricos
- aumento del riesgo de inundaciones catastróficas
- colmatación, turbidez y eutrofización debida a los nitratos (e.g., Mar Menor)
- daños en infraestructuras y actividades económicas
Como resumen de medidas a llevar a cabo en relación a los aspectos mencionados propongo lo siguiente:
El riesgo de erosión está evaluado y documentado en el https://sig.mapama.gob.es/geoportal/ y el mapa de zonas inundables de la Región de Murcia en el https://sig.mapama.gob.es/snczi/visor.html?herramienta=DPHZI
Un riesgo de erosión bajo, pero existente, junto con un riesgo de zona inundable alto, hacen vulnerable al Mar Menor frente a la erosión cuando no se toman las medidas propuestas por los sistemas de BPA´s.
La erosión, sin embargo, es un proceso natural, no puede evitarse totalmente, pero debería reducirse a un valor máximo aceptable.
El suelo agrícola desmenuzado y desnudo, como consecuencia del laboreo frecuente, es sometido a la acción del viento y del agua, que resulta especialmente destructora en el área mediterránea cuando coinciden los periodos de suelo desnudo con los de las lluvias torrenciales. Por el contrario, una cubierta superficial protege al suelo de la acción del viento, amortigua el impacto de las gotas de lluvia, facilita la infiltración del agua y reduce la velocidad de la escorrentía frenando el arrastre de las partículas del suelo. (P. Urbano Terrón, 2002).
Los setos u otras estructuras de protección frente a escorrentías superficiales son útiles cuando se complementan con otras medidas. Sin medidas que frenen la velocidad de escorrentía, las barreras a base de setos u otras pueden ser fácilmente dañadas.
Además del laboreo en paralelo a la curva de nivel, hay técnicas agronómicas de laboreo de conservación tales como:
- Laboreo con cubierta de rastrojos (Mulch-till)
- Laboreo en fajas (Strip-till)
- Laboreo de conservación en caballones (Ridge-till)
- No laboreo (No-till) y siembra directa (SD).
Sin embargo, no es habitual ver estas técnicas de laboreo de conservación en el Campo de Cartagena. Hay que evitar el abandono de parcelas y usar el barbecho en la rotación mediante la rotación adecuada de cultivos. Los programas de rotación bien elaborados e implantados son imprescindibles para mantener el suelo cubierto de vegetación durante el máximo tiempo posible.
Un fortalecimiento de la legislación y las normas privadas de certificación de BPA´s. Las inspecciones y auditorias son una herramienta impuesta, pero que puede tener un alto valor pedagógico hacia los empresarios y los técnicos responsables de las explotaciones.
Es fácil llegar a la conclusión de la necesidad de un nuevo protocolo que contemple las mejores medidas de cada una de las normas existentes, y que confiera un valor añadido a aquellos productores que logren la certificación. Sin embargo, la lista de legislación y normas privadas ya es extensa, las empresas y técnicos no pueden estar permanentemente en inspecciones y auditorias. La mejor opción es la revisión de las mismas para el fortalecimiento de los requisitos sobre la erosión.
Bibliografía citada
- Las buenas prácticas agrícolas, 2004. FAO.
- Fitotecnia. P. Urbano Terrón, 2002
- Ley 1/2018, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad ambiental en el entorno del Mar Menor
- Anexo V de la Ley 1/2018. Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Región de Murcia.
- ECOLÓGICO, Reglamento (CE) nº 834/2007 y Reglamento (CE) nº 889/2008
- GLOBALG.A.P. V5.2_Feb19
- LEAF Marque Standard v15
- SPRING V1.1
- https://sig.mapama.gob.es/geoportal/
- http://sigpac.mapa.gob.es/fega/visor/
- Estadística agraria de la Región de Murcia
Fotografía de portada: Imagen captada por el satélite Sentinel-2 el 13/09/2019 de las escorrentías producidas por las lluvias torrenciales en la madrugada del 12 al 13 de septiembre de 2019 en el Campo de Cartagena y Mar Menor. (COPERNICUS/Datadista).
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